UN NOU MENYSPREU ( UN NUEVO DESPRECIO) A LA TAUROMAQUIA

UN NOU MENYSPREU ( UN NUEVO DESPRECIO) A LA TAUROMAQUIA

El Ayuntamiento de Barcelona prohíbe exhibir la foto de Padilla en un acto de censura, que no es una ofensa cualquiera, es el desprecio a un hombre que, torero o no, es todo un ejemplo para la sociedad

Una vez más, desde Cataluña se ofende a la Fiesta usando los toros como arma política

La imagen del regreso a los ruedos del torero Juan José Padilla le sirvió al fotógrafo pamplonés Daniel Ochoa para lograr el segundo premio en el prestigioso premio de fotoperiodismo World Press Photo. Una imagen que sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona impide que sea mostrada en las banderolas de promoción de la exposición que acogerá el Centro de Cultura Contemporánea en la capital. Padilla, de verde y oro y con un parche en el ojo derecho, calándose la montera no será visto por los transeúntes de la Ciudad Condal, por el comportamiento cateto y el espíritu censor de su alcalde.

Mas allá del contenido nefasto de la censura como instrumento de negación de los valores de una sociedad, en este caso nos encontramos ante la proscripción de la imagen de un hombre, que haciendo abstracción del vestido de luces, es un auténtico ejemplo para la sociedad, para los hombres y mujeres de toda la geografía, (incluida Cataluña) que en el algún momento de sus vidas tienen que enfrentarse a circunstancias desgarradoras, que sólo pueden ser superadas con una conjunción de valores humanos como los que el torero andaluz atesora: deseo de superación, constancia, sacrificio, el sobreponerse al dolor y a la adversidad, que pueden servir de referencia vital a los que día a día se enfrentan a situaciones parecidas.

Por eso cuando la censura se vuelve a utilizar por el Ayuntamiento de Barcelona para escamotear a los ciudadanos catalanes la simple observación de un símbolo vinculado a los valores humanos, la lucha contra la Tauromaquia es absolutamente equívoca, aunque el carácter censor del Ayuntamiento de Barcelona se dio también semanas atrás con la negativa a que los responsables de la serie televisiva «Isabel» rodasen escenas dentro del Museo de Historia de Barcelona.

El descontento ha dado lugar a una campaña en redes sociales, donde diversos fotógrafos y periodistas que consideran el hecho un ataque a la libertad de expresión, han decidido ponerse la montera y un parche en el ojo para posar a lo Juan José Padilla.La iniciativa ha partido del fotógrafo Pedro Armestre, que resultó herido por el toro de la Vega el mes pasado en Tordesillas cuando tomaba imágenes del torneo. Según explica el propio Armestre, a raíz de ese incidente le regalaron una montera que le ha servido para esta curiosa reivindicación.
Sin duda alguna, por pura ignorancia, en esta ocasión han provocado el efecto contrario, Padilla ahora estará presente en el corazón de muchos catalanes, que se preguntarán el por qué de esta cobarde sin razón. En el de los hombres y mujeres de bien de esta tierra, ya se encuentra desde hace tiempo.