El gran Maestro jerezano, honró al Foro Taurino de Zamora con su presencia

Lágrimas de emoción en el torero que se fundieron con las del público

La música del reconocido folclorista zamorano Alberto Jambrina sonó en su honor

Emotivo abrazo entre Paula y otro grande del toreo: Andrés Vázquez

Mereció la pena esperar. Año y medio atrás hubo de aplazarse a ultima hora la presencia del Maestro de Jerez por motivos de salud, y ayer, cumpliendo su palabra, disfrutamos de su presencia.

Estando anunciado a las ocho en punto, se hizo de rogar “hasta la media”, y no por descuido, sino porque como buen gitano, es supersticioso, y no le gustan las horas punta. Al respetable no le importó, porque mientras se proyectaba un video “con medias”, de esas queél bordaba con su capote.

Entró el Maestro “a compás” flanqueado por Ana Pedrero, la periodista zamorana que moderaría y el presidente del Foro Miguel Ángel Toranzo. Un paseíllo por el largo pasillo de “El Convento” entre la ovación sentida del público puesto en pie, como en sus tardes de gloria, en señal de respeto y agradecimiento por el esfuerzo que le suponía.

Y ya en el altar, lo dejamos solo, ante el Dios que en forma de mosaico presidía a su espalda, para que recibiera lo que en el ruedo sucede con aquel que se lo merece: equivalente a salir a saludar la ovación cerrada y prolongada de todos y cada uno de los privilegiados que asistieron a tan irrepetible encuentro. Ante el altar teníamos a una leyenda viva de la tauromaquia: El gran .Rafael de Paula, gitano de Jerez.

“El toreo hay que pensarlo en tracciones de segundo…los toreros buenos han sido los que han tenido cabeza…buena cabeza” Y así, traía pensado ,que no preparado el acto de casa, recopilando de entre sus libros y acercándonos, con la lectura de Ana Pedrero, aquellos que otros han escrito de él, porque el Maestro solo lee en público lo que él escribe o dice de sí mismo “no soy tan “presumido” como para leer las buenas opiniones que otros tienen de mi” … aclaraba.

Tuvimos el honor de escuchar anécdotas sucedidas durante su conferencia en la Universidad de Salamanca, sus vivencias en el ruedo, sus relatos de la amistad con la Duquesa de Alba, incluso los recuerdos escuchando misa en Los Dominicos de Salamanca aquella misa cantada por las monjitas de clausura de las que dice tenían una voz celestial …que voz…aún la escucho en mis oídos, aquellas voces celestiales”. .Habló de Morante, de su relación personal y profesional. Un torero «con gracia torera» decía para referirse al de La Puebla.

«Os trato de tú, es costumbre independientemente de que seáis mayores o pequeños» así se dirigió al Maestro de Villalpando que también nos honró con su presencia “Andrés, compañero”…protagonizando un momento especialmente emotivo cuando al final se fundieron en un abrazo. Un encuentro de dos leyendas vivas del toreo, de dos personajes únicos y queridos en Zamora.

Rafael de Paula, tan cercano se mostró que se emocionó y nos emocionó. Mientras leía fragmentos de cosas que él tiene escritas, no pudo contener las lágrimas. Lloró y nos hizo llorar al hablar de la soledad, de esa que los toreros sufren ante el toro, por muy repletos que estén los tendidos. Y también lágrimas por el recuerdo de alguno de los toros a los que se ha enfrentado y que le hubiera gustado perdonar la vida.

Más de dos horas, en absoluto silencio, como en Sevilla, con un torero de arte (que no torero artista, que quede claro…) que se hicieron cortas al estar ante un hombre capaz de parar el tiempo como lo hacía dibujando verónicas con su capote.

Sonó la música en su honor

Y entre también silencios que decían todo, llegaba el final, en el que sonó la música. Fueron la zanfona de AlbeRto Jambrina, otro maestro, en este caso del folclore y la voz de Ana Pedrero que a la vez oficiaba de moderadora, quienes interpretaron el Romance «Las quejas de Doña Urraca» trasladándonos a tiempos de El Cid, figura que el Maestro admira y que motivó la elección de la pieza.

Un Alberto Jambrina, también en Maestro, tanto por su interpretación, como por el respeto mostrado al torero andaluz que se quedó prendado de lo que oia y veia. Y no era para menos, Jambrina es “un primer espada” del folclore más allá de lo local y nacional, reconocido y respetado fuera de nuestra fronteras.

Alberto Jambrina “saltó al ruedo de El Convento” movido por el sentido que no tiene por qué depender de una afición sino por algo mucho más grande: el de la amistad. Una lección, y no solo musical, para tanto «progre» que vive, y de qué manera, suelto.

Imborrable jornada

Tarde magistral grabada para siempre en nuestra retina y nuestro corazón. .Ayer vivimos momentos únicos entre toreros del ayer y de hoy..Ayer las bolitas del arte estuvieron entre nosotros .

El agradecimiento especial a Paloma Crespo, sin cuyo “capotazo” nada hubiera sido posible. Nuestra admiración por ese “saber parar, templar y mandar” y por la consideración que nos muestra tanto ella como toda la familia Crespo. También a Emilio Prieto, “Emilín” para el Maestro; hombre de confianza del torero, y nuestro .

Y por supuesto a todos aquellos que acudieron, algunos, de lejos: toreros, ganaderos, subalternos, periodistas, miembros de Asociaciones taurinas y de flamenco, alcaldes y representantesinstitucionales de la provincia;imposible nombrar a cada uno de ellos: amigos todos.

Larga vida para el Maestro Rafael de Paula por venir a honrar a esta humilde Asociación.

“A compás…por supuesto se ha de torear a compás…se ha de cantar, se ha de bailar…y en definitiva se ha de vivir …a compás”

 

Carlos Ruiz Villasuso, ante la visita a Zamora de Rafael de Paula

Posiblemente es puro por ingenuo. Es ética pura por tanto. No hay maldad en él. La pureza da ese toque de ingenuidad que significa no estar contaminado. Por nada. La pureza es no estar contaminado. Creo que él es un alma no contaminada. Creo que ese tipo de hombres se acercan a ser un ser superior. Son más que el arte, la ética del arte y hasta la moral del arte. Nada les puede contaminar. Por oír esa razón son hombres que sufren más. Que gozan más. Porque su sensibilidad es pura. No se arropa no se ampara en nada. Diría de esos hombre como Paula que son aquellos que si llueve se mojan más. Si lloran, lloran mejor. Si ríen suena mejor la risa. Si miran, miran más allá. Y si torean, de vez en cuando, hacen el toreo: Los toreros de hoy que hablan de pureza no saben sufrir el toreo no gozar el toreo. Están mediatizados por todas esas cosas que al final contaminan a las personas. Y quien se contamina no es puro y nada de pureza ha de haber en lo que hace. Ellos tratan de decir que hacen arte y el arte no se hace. Es o no es. Y Paula es.

 

Crónica de Zamora 24 Horas aquí

Crónica Pureza y emoción – Federación Taurina de Valladolid aquí

Reportaje de «Grana y oro» de TVCyL aquí (minuto 18)