DE VISITA AL PARAISO DE LOS CONTRERAS DE BALTASAR IBAN

DE VISITA AL PARAISO DE LOS CONTRERAS DE BALTASAR IBAN

Jornada de campo con auténtico sabor a bravura la que disfrutamos en el cortijo Wellington

En el histórico término municipal de El Escorial, allá donde el Rey Felipe II mandó erguir el majestuoso Monasterio de San Lorenzo, una imponente finca de 700 hectáreas se extiende bajo la ladera de la sierra madrileña, en la cual se esconde el Cortijo Wellington, reino de la bravura con mayúsculas que los miembros del Foro Taurino de Zamora, tuvimos el privilegio de visitar.

Compartimos charla con el mayoral, D. Domingo González, salmantino de nacimiento, en lo que resultó una magistral lección para aquellos que queremos aprender más sobre el toro de lidia en general, y sobre el toro de Baltasar Ibán en particular.

Una mañana en la que, dado el interés e ilusión con que la numerosa expedición acudíamos, hasta la lluvia se mostró aliada, otorgándonos una tregua, breve, pero justa para comprobar el imponente trapio de los toros y las peculiaridades morfológicas de este encaste único.

Impresionante fue contemplar a poco más de un metro de distancia, la camada de saca para esta temporada, en la que se encontraban los bureles que días mas tarde saltarían al ruedo de Las Ventas, dentro de la feria de San Isidro del 2015, que pastaban plácidamente junto a los reseñados para distintas localidades.

Extraordinarias instalaciones las del Cortijo Wellington como son la plaza de tientas o el embarcadero y cajón de curas, que pudimos recorrer bajo las sabias explicaciones de toda una enciclopedia del campo bravo como es Domingo González mayoral de la ganadería.

Un domingo en el que regresamos a casa con sabor y aroma a auténtica bravura, ya que, como reza en los azulejos que coronan el palco de la plaza, «los toros de Baltasar Ibán son pequeños y bonitos, y aunque den mucho que hablar, testifico y certifico, que son bravos a rabiar».